Llovió con rabia
durante un mes entero. Al principio la tierra absorbió el agua con avaricia,
pero cuando no pudo más la dejó correr y el agua se coló por todos lados,
buscando otra boca y otro estómago.
Una noche se oyó una
náusea en forma de temblor. Tras la náusea llegaron las explosiones
sincronizadas.
—¿Qué ha sido eso?—
gritó alguien asomado al balcón.
—¡Son las tapas de las
alcantarillas! ¡Han salido disparadas!— contestó otro.
«Las
cloacas», pensó el anciano,
mirando con tristeza tras los visillos, «han
vomitado las cloacas».
Y se tapó los ojos para no ver lo que vendría después. De aquellas bocas negras
salieron flotando ciento diecinueve cadáveres putrefactos. La obra de toda una
vida.
Angela! Excelente tu micro! Me ha encantado! Preciosa la imagen que acompaña este texto que te va "calando" lentamente!
ResponderEliminarjajaja gracias luni. Tú vigila el alcantarillado de tu casa, no sea que salga la obra de toda mi vida en la siguiente lluvia torrencial. Si ves muertitos son mios.
EliminarQué final! Muy pero que muy bueno este microrelato.
ResponderEliminarBesotes!!
Gracias Marga. Un millón de abrazos.
EliminarBrutalmente bueno el micrirelato Angela. besito
ResponderEliminarGracias Demian. Otro beso para ti.
EliminarEs un micro excelente, Ángela. Tremendo.
ResponderEliminarSaludos.
Mi bruto amigo. Sabia que esa imagen putrefacta a ti te iba a gustar.
EliminarMe ha encantado.
ResponderEliminar¡Gracias Billy!Un abrazo.
EliminarMuy bueno, Angela! El alcantarillado hizo justicia. Saludos! Borgo.
ResponderEliminarLa verdad casi siempre sale a flote. Y putrefacta en este caso jajaja Saludos, Borgo.
EliminarUff!!! Me encantaría saber qué podría pasar después. ¿No es el inicio de un gran relato?
ResponderEliminarPues ya veremos. POdría ser, Anita. ;)
EliminarWow!
ResponderEliminarjajajajaja Wow. Un abrazo, bicho.
EliminarImponente!! El vómito es sólo el comienzo de algo más.
ResponderEliminarBesitos, preciosa.
Bueno, eso ya se verá jajaja mil besos.
EliminarLas cloacas de la mente asesina.
ResponderEliminarBuen micro.
Besos
Gracias por leerme Torcuato. Por cierto, tienes un blog genial ;)
Eliminar¡Excelente y tremendo, Ángela! Como para sacudir por dentro. Ya extrañaba tus relatos.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande, Lili. Yo siempre ando por aquí...
EliminarQue genialidad, Angela, lograr con una pincelada escatológica tan excelente relato. Mis felicitaciones y admiración. Gracias por compartir tus letras, te seguiré leyendo
ResponderEliminarOh que feliz me hace leer eso, Alejandro. Muchas gracias. Nos leemos.
EliminarMuchas gracias gente! Un abrazo enorme para todos.
ResponderEliminarUn micro digno de ti, con un final brutal. Enhorabuena amiga.
ResponderEliminarGracias, amigo David. Un abrazo.
ResponderEliminarEs un principio más que interesante (a parte de bien escrito). Me gustaría saber si tiene continuidad o eres como yo que lo deja todo a medias...
ResponderEliminarAbrazo
Creo que soy como tú, Eki. De todas maneras esta historia se ha quedado rondando en mi cabeza, así que de alguna manera saldrá. Gracias, compi. Un abrazo.
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